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Hiperhidrosis, esa embarazosa humedad

Algunas personas producen mucha más transpiración de la que el cuerpo necesita para regular su temperatura. Este problema, que puede convertirse en una embarazosa molestia al humedecer la ropa y darle una apariencia de poco aseo, se denomina hiperhidrosis y puede perjudicar notablemente las actividades cotidianas de quienes lo padecen.

Se trata de un trastorno en la sudoración causado por un fallo del sistema nervioso simpático que principalmente afecta zonas donde se encuentra la mayor cantidad de glándulas sudoríparas, tales como: manos, pies, axilas y cara.

Pueden distinguirse dos tipos de esta enfermedad poco conocida y muchas veces mal manejada: hiperhidrosis primaria e hiperhidrosis secundaria. La primera puede iniciarse en cualquier momento de la vida, comúnmente en la infancia o pubertad, y no se relaciona con otra patología, aunque puede influir el factor hereditario y el consumo de ciertos alimentos. Por el contrario, la hiperhidrosis secundaria puede deberse a trastornos de la glándula tiroidea o pituitaria, diabetes, tumores, menopausia o ciertos fármacos.

Con miedo a tender la mano

A pesar de no ser una enfermedad de gravedad, las personas que sufren de hiperhidrosis ven afectada su calidad de vida y la manera en la que se relacionan con los demás al sentirse avergonzadas por su excesivo sudor. Generalmente buscan formas para disimular su incontrolable transpiración, como por ejemplo usar muchas capas de vestimenta aunque haga calor, guardar distancia con los demás y evitar darles la mano, e incluso al saludar.

Esta afección y los cambios de conducta que suelen acompañarla afectan inevitablemente la apariencia física y también la seguridad del paciente, por lo que llega a tener una repercusión en su vida personal, emocional y laboral. En muchos casos el exceso de sudoración incluso les impide realizar trabajos manuales, manipular herramientas y les obliga a cambiar su ropa varias veces al día.

Hiperhidrosis solucionada con un pinchazo

Actualmente, el tratamiento con botox es la alternativa más eficaz para solucionar el problema de la hiperhidrosis. La inyección de esta sustancia bajo la epidermis produce un bloqueo neural de las señales químicas transmitidas por los nervios para controlar la sudoración, así que ésta se interrumpe.

Este procedimiento ambulatorio y poco doloroso ofrece resultados rápidos y prologados al disminuir por varios meses la cantidad de sudor, logrando que la persona recupere su normalidad y pueda desenvolverse en su vida cotidiana con la certeza de que al tender la mano los demás sentirán la seguridad de su saludo y no la humedad de su sudor.