CONTORNO CORPORAL
1 enero, 2017
CONTORNO CORPORAL
1 enero, 2017

1. Mamoplastia de aumento

El único método definitivo para conseguir un aumento del volumen mamario es mediante la implantación de unas prótesis mamarias por detrás de la glándula existente. Existen otros métodos que utilizan tejidos del propio cuerpo y que se usan, sobre todo, en Cirugía Reparadora. 

El implante mamario puede colocarse detrás de la glándula misma y por delante del músculo pectoral, o bien por detrás de dicho músculo, dependiendo de cada caso concreto. Normalmente la incisión de abordaje para implantar la prótesis está situada en el surco submamario (en algunos casos esta incisión se realiza alrededor de la areola), realizándose la operación bajo anestesia general. 

La prótesis que se utiliza en casi todos los casos es la de membrana de silicona rugosa rellena de gel, que ha conseguido que disminuyese drásticamente la llamada retracción capsular (el pecho se notaba duro, esférico y a veces molesto) a porcentajes inferiores al 2 %. Otras posibles complicaciones locales, como hematomas, infección, intolerancia a las suturas, etc., requerirán el tratamiento adecuado, pero tienen una incidencia extremadamente baja.

2. Reducción mamaria

El propósito de la intervención es la reducción y remodelamiento de las mamas, colocando la areola-pezón en su posición correcta.
Aunque hay diferentes técnicas que se utilizan en función del tamaño del pecho, edad de la paciente, etc., en general, son necesarias incisiones alrededor de la areola, verticales y horizontales en el pliegue submamario (en forma de ancla). 
La intervención se realiza bajo anestesia general, y el cirujano extirpa la piel, la glándula y la grasa excesiva, sitúa el pezón en su localización correcta y luego remodela la mama remanente. 
Después de la operación se coloca un sujetador-vendaje que se cambiará a las 24-48 horas, periodo que la paciente estará hospitalizada. 

Es frecuente que existan cardenales y cierta hinchazón en el período postoperatorio. En algunos casos puede haber una reducción o pérdida de sensibilidad en una o ambas areolas, que habitualmente se recupera con el paso del tiempo. Es muy rara la lesión parcial o total de la areola o pezón. Las cicatrices resultantes de esta cirugía pueden en ocasiones hacerse abultadas o anchas, siendo conveniente, en estos casos, realizar un ajuste y escisión de la cicatriz, con anestesia local, a partir de los 6 meses.

3. Mastopexia

Una intervención similar a la de reducción mamaria, se lleva a cabo en aquellos casos en que la mama, sin ser excesivamente grande en volumen, ha sufrido una importante caída. En estos casos la resección de tejidos es mínima, ya que se aprovechan -a veces con la ayuda de una prótesis- para darle volumen y proyección adecuada a la mama, una vez que esta se ha remodelado en su posición ideal. En general las cicatrices son similares a las de la reducción mamaria, pero más pequeñas.