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Enfermedades de la piel. Las más comunes (II)

Hace unos días publicamos la primera parte de un extenso reportaje sobre las enfermedades de la piel. Hoy realizamos la segunda entrega.

11. Celulitis: La celulitis es una enfermedad común de la piel causada por bacterias que la hacen lucir roja, caliente y que provocan dolor. Su peligro principal es la rápida propagación, que puede generar grandes riesgos si llega al torrente sanguíneo o ganglios linfáticos. Es por esto que se debe buscar atención médica de inmediato.

12. Rosácea: Esta enfermedad crónica de causas desconocidas suele afectar el rostro causándole enrojecimiento, granos o espinillas. De alcanzar etapas más desarrolladas, puede ocasionar también el engrosamiento de la piel.

13. Liquen Plano: Esta enfermedad es benigna y de causas desconocidas pero tiene la particularidad de que puede cronificarse: aunque responda al tratamiento, vuelve a reaparecer durante meses o incluso años. Se caracteriza por la aparición de granitos color púrpura claro en las muñecas, tobillos y espalda, acompañados de mucha picazón. También es muy común que afecte a las mucosas.

14. Escabiosis o sarna: Aunque parezca de época pasadas, la sarna sigue siendo una enfermedad de la piel muy frecuente. Es provocada por un ácaro microscópico llamado Sarcoptes Scabiei y se transmite con el contacto directo de persona a persona.

15. Léntigo: Las manchas de la piel que aparecen producto de la edad en zonas donde se ha acumulado mayor exposición a los rayos solares reciben el nombre de lentigo. Generalmente son benignas y se limitan a un problema estéticos, aunque en algunas ocasiones propician el inicio de un melanoma, por lo que deben estar en constante observación.

16. Cloracné: Es una enfermedad muy similar al acné, producida como una reacción o alergia a ciertos productos químicos presentes en el ambiente y algunas comidas, que conlleva a una alteración del aparato polisebáceo y altera la producción de grasa o sebo. Sus síntomas son similares a los del acné, ya que aparecen pústulas enrojecidas, pero éstas pueden llegar a extenderse por otras zonas del cuerpo como las extremidades y lo genitales.

17. Ictiosis: Son enfermedades genéticas de distintos tipos. Se manifiestan por pieles duras, escamadas, ásperas y agrietadas. Son ocasionadas por la alteración de distintos genes que afectan el proceso de recambio de la dermis, impidiendo la maduración de la piel y el desprendimiento de sus células para la renovación de la misma. La descamación de la dermis está alterada porque las células maduran muy rápido o porque las escamas quedan retenidas. Los pacientes han de estar con la piel constantemente hidratada y en un ambiente húmedo.

18. Erisipela: Es una infección de la piel que causa enrojecimiento, endurecimiento y aumento de la temperatura. Es común que afecte la zona de las piernas, pero también puede aparecer en el rostro, causando una mancha roja por las mejillas. En las piernas se manifiesta con dolores, enrojecimiento y endurecimiento de la extremidad. Pueden aparecer ampollas y, posteriormente, descamación. En todos los casos es muy común la fiebre y el mal estado general. Su tratamiento es efectivo si se usan antibióticos.

19. Epidermólisis Bullosa: Es un grupo de enfermedades hereditarias en las que las proteínas que mantienen unida a la piel están afectadas, por lo que el anclaje o pegamento de la piel no se da de manera correcta. Provoca el despegamiento de la dermis y, como consecuencia, la aparición de ampollas en la piel y las mucosas. Son enfermedades simples que, con los cuidados correctos, no privan a los pacientes de llevar una vida normal.

20. Eritrodermia: Es una grave enfermedad de la piel en la que ésta se inflama, enrojece y descama de forma generalizada. Puede ser causada por reacciones a medicamentos o enfermedades como psoriasis, dermatitis, linfomas y leucemias. Sin embargo, un tercio de las eritrodermias tienen causas desconocidas. Suele ocurrir una pérdida de calor por el exceso de circulación sanguínea, lo que hace trabajar de más al corazón y lo pone en riesgo de fallar. También se pierden proteínas porque el metabolismo se acelera, lo cual lleva también a una mala regulación del balance de líquidos y se corre el riesgo incluso de morir por deshidratación.

En su gran mayoría, las enfermedades de la piel pueden ser tratadas con mayor facilidad y éxito cuando son detectadas a tiempo. Por este motivo, la atenta observación de cualquier cambio o reacción, acompañada de la consulta a un médico especialista, es fundamental para evitar complicaciones y daños permanentes.